Prólogo: el contenido del libro en menos de tres minutos

Amigas lectoras y amigos lectores.

Mi pretensión al publicar este libro es divulgar entre todos vosotros, amantes de la naturaleza, cual es la situación actual de los aparatos glaciares (glaciares y heleros) del parque natural Posets-Maladeta y su reciente evolución, desde la óptica y la sencilla experiencia de la observación.
No se trata pues de una publicación científica, sino de la visión, fundamentalmente en imágenes y muy sintetizada, de 25 años de observaciones periódicas y sobre el terreno en numerosos glaciares, y especialmente en los del parque Posets-Maladeta.

Como ya sabéis, nuestro planeta está experimentando un cambio climático que, entre otras consecuencias, provoca el retroceso de las masas de hielo y la desaparición de glaciares y heleros. Los más afectados son aquellos cuya altitud, latitud y orientación geográfica los sitúan el llamado limite de las nieves perpetuas. (imagen nº 1).

 

Imagen nº1.- El Petit Vignemale es uno de los glaciares que sobreviven en los Pirineos. Su impresionante serac es el más activo de la cordillera, e individualmente considerado es el más meridional de Europa con capacidad de regenerarse en el escalón inferior. A la izquierda del glaciar, la cima del Petit Vignemale, 3.032 m; a la derecha, Espalda Chausenque, 3.154 m; Punta Chausenque, 3.204 m; Pitón Carrè, 3.197 m; el Coloir de Gaube, 3.152 m, y la Pique Longe de Vignemale, 3.298 m, la cumbre más elevada del Pirineo francés. 17/08/93

Y ése es el caso de todos los del Pirineo.
Mediante un rápido repaso histórico de la evolución de las masas de hielo permanente más cercanas a nosotros, las que aún se refugian en los Pirineos, el libro pretende poner a vuestra disposición una nueva obra de consulta para que de, manera objetiva y lejos de titulares sensacionalistas, lleguéis a vuestras propias conclusiones acerca de cuáles pueden ser las causas y las consecuencias del tan mentado cambio climático, así como apuntar algunas de las soluciones propuestas por la comunidad científica para reducir sus efectos.

Quizás seria conveniente tener en cuenta que a lo largo de los siglos, los seres humanos no nos hemos distinguido especialmente por acertar en las predicciones sobre el futuro, aún en la actualidad y con los evidentes avances de los últimos años, nuestros meteorólogos tienen dificultades para efectuar pronósticos fiables que vayan más allá de un período de unos pocos días. Es innegable que la actividad humana influye de manera negativa en la evolución natural de nuestro planeta y que, utilizando el sentido común, debemos modificar los hábitos de conducta para minimizar nuestra negativa influencia sobre ella y conseguir la imprescindible sostenibilidad, pero no es menos cierto que los fenómenos que desencadena la naturaleza son tan poderosos y nos superan de tal forma que deberíamos reflexionar sobre nuestra insignificancia y presuntuosidad. (imagen nº 2)

 

Imagen nº2.- Los primeros rayos de sol de un plácido amanecer de primavera en las localidades de Escaldes y Andorra la Vella. Nuestra civilización ha ocupado aquellos espacios donde las condiciones de habitabilidad son menos duras. Poco sospechan la mayoría de sus habitantes y los turistas que disfrutan de sus confortables hoteles, que este valle estuvo ocupado en la última glaciación, hace de 85.000 a 18.000 años, por un glaciar que en el sector fotografiado tenia un grosor de hielo que superaba los 300 metros. Con razón nos preocupamos por los posibles efectos del calentamiento del planeta, pero ¿qué ocurriría con un enfriamiento que provocara la formación y un nuevo avance del hielo hacia las zonas habitadas de los Alpes, Pirineos y demás sistemas montañosos, como ha sucedido en diversas ocasiones en el pasado?. 24/04/2007.

Para finalizar, me gustaría señalar que he intentado sintetizar al máximo los textos y que mi recomendación es que no los paséis por alto. Aun así, el libro va también dirigido a los que deseáis disfrutar de las imágenes y prescindir de la lectura de los relatos. Las cortas reseñas que acompañan a cada fotografía os ofrecerán una visión clara del contenido del libro. Mirad las imágenes con calma y sin prisa; en cada ocasión, encontraréis un nuevo detalle para conocer algo más sobre los glaciares y ello os permitirá analizar su evolución mediante la comparación serena de una fotografía con la anterior o la que la sigue. Observar el vigor de la naturaleza en expansión es más agradable que ver a un animal enfermo o desnutrido; las imágenes de los glaciares en retroceso no son las mejores que nos puede ofrecer la alta montaña, pero forman parte de la más evidente realidad actual.