Capítulo 15

Glaciares. Conceptos generales

 

GLACIAR. Es una gran masa de hielo (biselado y estratificado) y de nieve granulada. Se forma a partir de grandes acumulaciones de nieve a lo largo del tiempo, en aquellos lugares del planeta donde, a causa de la altitud o la latitud, a lo largo del año se acumula más nieve que la que se derrite. Estas grandes masas de hielo y nieve se desplazan de manera lenta hacia los valles.

La  nieve reciente se transforma en nieve granulada (neviza) y finalmente en hielo glacial, mediante un proceso llamado diagénesis, como consecuencia de la presión de las capas superiores sobre las inferiores y de los cambios de temperatura.

El elemento principal que distingue a los glaciares de otros aparatos glaciales (Heleros) es su capacidad de desplazamiento, como consecuencia de la fuerza de la gravedad y de su propio volumen (Imágenes 244 y 245).

Imagen 244 – 07/09/2008. Zona de acumulación del Glaciar del Geant en los Alpes Occidentales. La gran acumulación de nieve desencadena el proceso de formación del glaciar, así como su desplazamiento en dirección al valle.

 

Imagen 245 – 07/08/2988. Proceso de formación de hielo a partir de la transformación de capas de nieve sobrepuestas. Glaciar del Geant, Alpes Occidentales.

HELEROS.
Son acumulaciones de nieve y hielo de idénticas características que los glaciares. No obstante, debido a su menor volumen de acumulación, no tienen capacidad para desplazarse.

Los Pirineos albergan en la actualidad una cuarentena de heleros. Son restos de antiguos glaciares o fragmentos de actuales glaciares en retroceso que han quedado separados del cuerpo de hielo principal. Representan un estado intermedio entre el glaciar activo y el nevero (que ya no tiene la condición de aparato glaciar). La transformación del helero en nevero significa la extinción del aparato glaciar (Imagen 246).

Imagen 246 – 11/08/2006. El Helero Norte de Posets, consecuencia del retroceso del antiguo Glaciar de Posets (este) que, a mediados de los años 90 perdió la condición de glaciar. Las grandes acumulaciones morrénicas (veremos este concepto más adelante) nos indican la extensión y espesor del glaciar a mediados del siglo XIX.

NEVERO. Acumulación temporal de nieve que puede superar uno o más períodos estivales pero que no contiene hielo glaciar y que, por lo tanto, no se toma en consideración en la catalogación de los aparatos glaciares.

GLACIAR ROCOSO. Una definición sencilla sería la de considerarlos como heleros recubiertos por material de erosión, por lo que el hielo no es visible. Carecen de movimiento, pero la pendiente y el barro que se genera en su base producen pequeños deslizamientos de unos pocos centímetros al año. Su composición actual en los Pirineos sería de una masa de hielo de entre 10 y 20 metros de espesor recubierto de entre 2 y 4 metros de material de erosión. Por ello se les denomina también Glaciares Negros (Imagen 247).

Imagen 247 – 28/06/2009. El Glaciar Rocoso de Bessiberri, de una longitud de 700 metros y unas 6 ha de superficie. Sin ser ya un aparato glaciar en sentido estricto, es el último resto glacial que existe en Cataluña. El glaciar rocoso ocupa aproximadamente el espacio que en la fotografía, de principios de verano, se observa con cobertura de nieve. Imagen desde el Collado de Abellaners (2.884 m).

LÍNEA DE EQUILIBRIO, también conocida como Línea de los Neveros o de las Nieves Permanentes, marca a finales de verano el punto teórico donde la temperatura media anual es igual a  0º centígrados. Divide los glaciares en dos sectores: en la parte superior, la ZONA DE ACUMULACIÓN O DE ALIMENTACIÓN, cubierta de la nieve que en el futuro formará nuevo hielo y, en la parte inferior, la REGIÓN O ZONA DE ABLACIÓN, por donde el glaciar pierde masa y el hielo queda al descubierto, extendiéndose en forma de lengua hasta su extremo inferior. (Imágenes 248 y 249).


Imagen 248 – 05/08/2009. 1.- Línea de Equilibrio.  2.- Zona de Alimentación.  3.- Zona de Ablación.  4.- Lengua del glaciar.



Imagen 249 – 08/09/2008. La lengua del Glaciar de Bossons en el Valle de Chamonix, considerado como la cascada de hielo que salva un mayor desnivel de toda la Europa Occidental. El punto más elevado de su zona de alimentación se encuentra a 4.808 m de altitud, en la cumbre del Mont Blanc. El límite inferior de la lengua está a unos 1.300 m. La velocidad media de desplazamiento se acerca a los 200 metros anuales, por lo que el hielo precisa de unos 40 años para recorrer sus 8 km de longitud.

FRENTE DEL GLACIAR.
Habitualmente los glaciares forman largas lenguas que se extienden hasta su límite inferior. En los Pirineos, únicamente algunos glaciares mantienen incipientes lenguas, que en el Glaciar de Aneto denominamos Lóbulos. La ausencia de estas lenguas, perdidas por fusión, provoca que los glaciares pirenaicos se hayan transformado en glaciares de circo o que terminan en frentes cortados. De ahí que reciban el nombre de Glaciares del tipo Pirenaico (Imagen 250).


Imagen 250 – 15/08/2000. Los frentes cortados de los Glaciares Inferior y Superior de Monte Perdido en el Pirineo Aragonés. Imagen desde el Balcón de Pineta.

GRIETAS. Los glaciares se encuentran en constante movimiento como consecuencia de la fuerza de la gravedad, buscando el equilibrio entre el espesor de la masa de hielo y la inclinación del fondo, lo que se conlleva una velocidad irregular en sus distintos puntos.

El hielo glacial, a pesar de su consistencia tiene una cierta capacidad de adaptación. En el momento en que el hielo no puede adaptarse a las variaciones de velocidad del glaciar, se desgarra formándose diferentes tipos de grietas, respondiendo cada una de ellas a un movimiento causado por motivos diversos: obstáculos en la base del glaciar, estrechamientos del lugar por donde circula, rozamiento del hielo con las paredes de roca laterales, cambios de temperatura que aceleran o reducen el desplazamiento, repentinos cambios de desnivel, etc. (Imágenes 251 y 252).

Imagen 251 – 07/09/2008. Diferentes tipos de grietas (longitudinales, transversales, laterales, rimayas . . .) en el Glaciar del Geant.

 

Imagen 252 - 07/09/2008. Caos de grietas en el sector central del  Glaciar del Geant.

RIMAYA. Es una de las diversas formas que adoptan las grietas. Se forma en la parte superior del glaciar, paralela a la pared posterior del circo. Acostumbra a ser permanente, a pesar de que en invierno quede generalmente cubierta de nieve procedente tanto de precipitaciones como de aludes. En los glaciares pirenaicos activos aún encontramos rimayas de considerables dimensiones (Imagen 253).


Imagen 253 – 05/08/2009. Rimaya en el Glaciar Oriental de la Maladeta. Cuando estas grietas están al descubierto representan un obstáculo importante para los alpinistas. Si contrariamente no son visibles porque se encuentran cubiertas de nieve, pueden suponer un peligro considerable.

SERACS. Son fracturas importantes formadas por grandes grietas y torres de hielo que evolucionan en forma de cascadas. Se originan en los lugares con desniveles muy pronunciados donde el glaciar aumenta repentinamente su velocidad. (Imagen 254). Cuando los seracs se desprenden del frente de un glaciar y caen al mar, se forman los icebergs.

Imagen 254 – 25/08/2009. La cascada de seracs del Glaciar del Nupse que vierte su hielo al Glaciar del Khumbu, muy cerca del Campo Base del Everest (Himalaya – Nepal).

ONDULACIONES. Aunque no se trata de grietas en sentido estricto, tienen su origen en la mayor velocidad del glaciar en el centro de la corriente de hielo respecto a sus extremos. (Imagen 255).

Imagen 255 – 07/09/2008.- Las ondulaciones más conocidas son las del Glaciar Mer de Glace en los Alpes Franceses. Precisamente estas formas son el origen de su nombre, ya que recuerdan a las olas del mar.

MORRENAS. Se denomina material de morrena a todos aquellos elementos sólidos, distintos del hielo, que se desplazan por los glaciares. Se trata generalmente de un conjunto de escombros, formado principalmente por piedras, fragmentos de roca, tierra y polvo, procedentes de la erosión. También pueden incluir insectos, polen o cualquier sustancia sólida que accidentalmente se integre en el hielo.

Dependiendo de su ubicación en el glaciar, reciben diversas denominaciones: morrenas superiores, centrales, marginales, laterales, frontales, de interior, de fondo, etc. El glaciar actúa como una cinta transportadora y va depositando estos materiales en los límites del hielo (Imágenes 256 y 257).

Imagen 256 – 07/09/2008. Glaciar de Talefre (Alpes) 1.- Morrena marginal derecha.  2.- Lengua de hielo del glaciar.  3.- Morrena central.  4.- Morrena superior.  5.-  Morrena marginal izquierda.  6 y 7.- Puntos donde el glaciar se ha estabilizado formando dos Morrenas frontales (no se han podido consolidar a causa de la fuerte pendiente de este sector).  8.- Puerta del glaciar por donde los torrentes de deshielo salen al exterior, y que en muchas ocasiones representa el lugar de nacimiento de un río.

TORRENTES DE DESHIELO. Están formados por riachuelos de agua de fusión que pueden desplazarse por la superficie rugosa del glaciar transformándola en una superficie lisa. Su recorrido acostumbra a ser muy sinuoso.

Pueden precipitarse hacia el interior del glaciar, formando pozos. Si varios torrentes desembocan en un mismo pozo se convierten en el llamado Embudo de Molino, en forma de estrella. Cuando el agua de estos pozos llega a las rocas del fondo, crea las Marmitas de Glaciar, importantes erosiones en el fondo rocoso que sirve de base al glaciar (Imágenes 257 y 258).

Imagen 257 – 09/09/2007. Torrente de deshielo simple en la lengua del Glaciar Oriental de la Maladeta (Parque Natural Posets Maladeta – Pirineos).

Imagen 258 – 08/09/2008. Torrente de deshielo que se precipita en el interior del glaciar formando un pozo, rodeado de material morrénico. Glaciar Mer de Glace (Alpes Occidentales).

MESAS DE GLACIAR. Si una roca se desplaza junto con el glaciar por su superficie, evita con su sombra la fusión del hielo de su base. La roca queda colocada como una seta sobre un tronco de hielo. Cuando el glaciar retrocede, estas rocas pierden su medio de transporte y quedan depositadas en el punto que marca en aquel momento el límite del glaciar, constituyendo los BLOQUES ERRÁTICOS.  (Imágenes 259 y 260).

Las MESAS DE NIEVE. Son parecidas a las mesas de glaciar. Sin embargo, el material transportado es un gran bloque de nieve que, al ser más blanco que el hielo, refleja mejor y absorbe menos la radiación solar. Todo ello origina una fusión más lenta.

Imagen 259 - 09/09/2009. Mesa de Glaciar en situación de precario equilibrio, ya que no es habitual que se formen en lugares de pronunciada pendiente. Glaciar de la Maladeta.


Imagen 260 – 15/08/2008. Bloque errático en el sector de La Resurta – Plan d’Estanys, depositado  por  el antiguo Glaciar del Valle de Benasque hace algunos miles de años.

PENITENTES. Son bloques de hielo, en ocasiones de grandes dimensiones, formados como consecuencia de la inclinación con la que la radiación solar impacta sobre el glaciar. Se encuentran especialmente en los glaciares del Himalaya y de los Andes. A menudo recuerdan la silueta de un monje con su hábito y capucha. (Imagen 261).

Imagen 261 – 25/08/2009. La curiosa y poco frecuente imagen de un Penitente solitario. Su color blanco destaca en medio del Glaciar del Khumbu, recubierto en este sector de abundante material morrénico, en el lugar donde se instala el Campo Base del Everest en la vertiente del Nepal.

GRUTAS SUBGLACIALES.
Son cavidades que se forman en el interior de los glaciares, como consecuencia de la fusión del hielo y por efecto de las corrientes de aire. Sentirse en el interior del hielo es siempre apasionante, a la vez que inquietante. Cada vez es más difícil encontrarlas en los glaciares pirenaicos. (Imágenes 262 y 263).

Imagen 262 – 08/09/2008. Salida de una gruta subglacial, con agua de fusión que se desprende de su techo de hielo.


Imagen 263 – 08/09/2008. Deshielo a la salida de una gruta subglacial.